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Cómo surgió la «filosofía vendo carakoles»

Muchos de vosotros me habréis visto por medio mundo con mi camiseta del CD Alcoyano y poniendo pegatinas de vendo caracoles para después hacerme una fotografía y subirla a internet;  «estos locos alcoyanos…».  Pues bien, lo de la moral del alcoyano queda más o menos clarificado cuando los jugadores blanquiazules, después de haber perdido por una soberana paliza contra el RCD Español en Sarrià, piden que se les devuelvan los minutos eliminados en el partido de ida por la tremenda tromba de agua caída:  «tienes más moral que el alcoyano». Sí mi moral, pero una moral de victoria, que ya está bien de perder.

filosofia vendo carakoles

Respecto al tema de los «carakoles» recientemente he atado cabos y a ciencia cierta, puedo más o menos verificar lo que será la primera enciclopedia del caracol. Ahí va por partes:

Cómo nace la «filosofía vendo carakoles»

Uno de los tíos más estupendos que ha dado  Alcoy en los últimos años, se dedica a tematizar salas, locales, teatros, restaurantes, hoteles y lo que se tercie. Es heredero por sangre y atmósfera de la tradición propia  que se respira en estas inhóspitas montañas de la Serra de Mariola y la Font Roja, donde se dice que todo es posible. No hablamos de otro que de José Miguel Piñero Álvarez, único en su especie. Empezando desde menos no sé cuántos, ha conseguido levantar 2 empresas y da trabajo a más de 42 familias. Pues este personaje que desafía día a día a la creatividad y que ha convertido la artesanía propia de tematizar un chiringuito en arte, iba hacía el País Vasco en una de sus misiones especiales, cuando leyó un cartel «Vendo caracoles». Tras este flash en el restaurante le ofrecieron caracoles, tiempo después volvió a ver el cartel y al regresar de otro viaje, esbozó cuál sería el diseño de estos «caracoles». Al lunes siguiente en su «taller», ya estaban cortando en vinilo caracoles de los más variopintos estilos. Había nacido otra forma de vivir y ver la vida, acababa de ver la luz la «filosofía vendo carakoles».

filosofia vendo carakoles

Cómo entré yo a formar parte de esta filosofía vendo carakoles

Me encontraba de guía allá por el año 2008 en New York y fuimos un día de excursión a Washignton. Mientras visitamos la «Casa Blanca» mítica donde las haya, había una protesta antimilitarista y cuál fue mi sorpresa al ver un carakol negro camuflado entre las pancartas que protestaban ante la magna casa. Para más INRI, en el restaurante de la primera planta del Empire State encuentro otro carakol. ¿Fue una premonición?. Al volver a Alcoy, mi amigo Raúl Llopis me explica que un «colega» de Rufino estaba dale que pego venga a fabricar en vinilo pegatinas de caracoles y las iba pegando por todo el mundo.

De filosofía vendo carakoles a «caragolet alcoià»

Como bien ustedes sabrán, soy guía turístico MUNDIAL, sí porque ya salí de Alcoy de jovencito y no sé dónde parar. En este devenir, he tenido que explicar mil veces aquéllo de los caracoles, cuando la gente entra en alguna tienda de «souvenirs» alcoyana y se ve allí «la escampà de caragols». Mi explicación siempre ha sido que a los alcoyanos nos llamaban cariñosamente «caracoles» en los pueblos de alrededor, por aquello de ser babosos, cuernudos y arrastrados (¿qué amor verdad?) y que el bueno de Piñero había extrapolado esta versión para convertirla en todo un símbolo local. A esta conclusión llegué con la ayuda de mi buen amigo y consejero moral Solbes Arjona: «mira tú el chaval ese de los aerógrafos, cómo ha sido capaz de darle la vuelta a la tortilla». 

filosofia vendo carakoles

Pero la realidad es otra. Aunque yo difunda una versión forzada que pensaba que era la correcta, recientemente en las charlas coloquio organizadas por el RotarAct Alcoy en el Hotel Reconquista, tuvimos la suerte de poder compartir mesa y coloquio con el padre de la criatura, el gran Piñero, que nos desveló que creó la imagen y la difundió con la filosofía propia de los caracoles que se toman la vida con paciencia y tranquilidad y que en ningún momento pensó que sus «retoños» pudiesen estar coronando las grandes torres del mundo, vigilando murallas Chinas o navegando por el Sena.

El gran apogeo «Carakollection»

Como no puede ser de otra forma, el éxito no tardó en llegar. Carakoles personalizados, tematizados sobre fiestas de moros y cristianos, con representaciones artísticas; vamos, de todos los colores, formas y gustos. No sólo en pegatina claro, los que triunfan son los de 3 dimensiones. Y ahí es donde aparece la idea de construir carakoles de tamaño gigante para que diferentes artistas los puedan trabajar a su gusto. Era el germen de «carakollection» una colección itinerante de carakoles gigantes que recorren todo el panorama nacional trasladando el arte y sentimiento de gran cantidad de artistas alcoyanos.filosofia vendo carakoles

Están en coches, motos, grande edificios, puentes majestuosos, colinas imponentes, carteles de bienvenida y dentro de nada en mi «motocarro» restaurado. Corre, compra una pegatina del carakol que más te guste y vete a ver mundo, sí, cógete el caparazón, si quieres tu botellita de café licor, pero sal y pega el carakol lo más lejos que puedas. Hazte una foto y súbela a nuestro grupo de facebook. Pensarás que estamos locos, pero lo que te estoy proponiendo es que cambies de aires, que salgas y te convenzas de que todo lo que pasa en nuestra cabecita (menos presidir el Real Madrid) puede ocurrir… si no… pregúntaselo a Piñero.

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